Aguardar demasiado a un convidado es una falta de consideración para los que están presentes.
El matrimonio es como una jaula; uno ve a los pájaros desesperados por entrar, y a los que están dentro igualmente desesperados por salir.
Una virtud simulada es una impiedad duplicada: a la malicia une la falsedad.
La paciencia comienza con lágrimas y, al fin, sonríe.
Primero el suelo nativo que nada. Nuestra vida no es otra cosa que la herencia de nuestro país.