La mirada, el beso y la caricia, son las llaves del corazón.
Pacoyo
No hay paraíso hasta que se ha perdido.
Cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos y por eso la vida vale la pena.
Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento.
Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él.