Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.
Abraham Lincoln
El mundo y su estupidez es una constante evolutiva y permanente.
Dichoso es aquel que mantiene una profesión que coincide con su afición.
En la naturaleza no existen ni premios ni castigos. Solo existen consecuencias.
A veces creo que hay vida en otros planetas, y a veces creo que no. En cualquiera de los dos casos la conclusión es asombrosa.