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Erich Fromm: El acto de desobediencia, como...

El acto de desobediencia, como acto de libertad, es el comienzo de la razón.

Erich Fromm

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Naufragio

Â«desprecio del naufragio de mis ojosÂ»
F de Q.

No sÃ© si es pesadilla o desvarÃo:
me naufraga tu imagen en los ojos.
En el oleaje frÃo,
mansamente, zozobran tus despojos,
y tu pupila esquiva
se pierde en mi pasiÃ³n, a la deriva.

Noviembre de 1993

Masacre En El Dormitorio

EstÃ¡bamos tranquilos,
dulces y agradecidos
con nuestras simples vÃsceras que nos dieron pretexto
para satisfacerlas.
Y estÃ¡bamos haciÃ©ndolo
contentos.

Y he aquÃ que de pronto,
sin previo aviso
y sin pedir permiso, todos ellos
han venido a meterse en nuestra propia cama,
aquÃ,
entre nuestras sÃ¡banas,
y ponen los zapatos en la almohada
-donde pusiste el sueÃ±o-
y amenazan quebrar la cabecera que me costÃ³ serruchos y martillo.
No nos dejan estar,
nos registran los pelos de las ingles en busca del pecado,
sacan el cÃ³digo y el dedetÃ©,
la indagaciÃ³n y los escapularios.
Yo no sÃ©
ni me importa
si es que tienen derecho.
Me consta, nada mÃ¡s, que me son antipÃ¡ticos,
que me molestan como las agruras
y los soporto solo por ver si los alejo.

Son un tropel de gansos metidos en la cama,
graznan y ensucian todo con sus patas palmÃpedas,
amenazan con picos y miradas
y me parece que te me acobardan.

Lo Ãºnico que quiero es besarte completa,
y poderme acostar sobre tu vientre
y saberte feliz de estar conmigo.

Amarte sin sofisma ni retÃ³rica.

Llenar los dos desnudos nuestra cama.
Creo que es suficiente.

No sÃ© quÃ© hacer con todos estos molestos pajarracos.
Miedo de que te lleven.
De que no nos permitan terminar nuestro abrazo.
Nos estÃ¡n estorbando.
No sÃ© cÃ³mo espantarlos.

Creo que ahora mismo me sacarÃ© los ojos.

No hay que mirar que bien nos ha hecho un amigo, sino solamente el deseo que Ã©l tiene de hacÃ©rnoslo.

El sentimiento es objeto de la ciencia, pero no criterio de la verdad cientÃfica.