El envidioso puede morir, pero la envidia nunca.
Molière
El desafío publicitario es diferenciarse en la cabeza del chico.
Las falsedades no solo se oponen a la verdad, sino que a menudo se contradicen entre sí.
Si te quejas de que te traiciono, búscame enemigos a los que pueda odiar.
Mi corona está en el corazón, no en mi cabeza.