Autores Populares Frases Temáticas

Albert Einstein: El ajedrez detiene a su maestr...

El ajedrez detiene a su maestro dentro de sus propios vínculos, encadenando la mente y el cerebro, por lo que la libertad interior del más fuerte debe sufrir.

Albert Einstein

Temáticas Relacionadas

albert einstein frases de ajedrez aprender a jugar ajedrez aprendis miguel de unamuno ajedrez che guevara y ajedrez omar jayyam ajedrez

Lo pasado, pasado, y lo mal hecho, perdonado.

Es justamente la posibilidad de realizar un sueÃ±o lo que hace que la vida sea interesante.

Bajo las flores de un mundo efÃmero. Con mi arroz entero y mi sake blanco.

No Puedo

No puedo cerrar mis puertas
ni clausurar mis ventanas:
he de salir al camino
donde el mundo gira y clama,
he de salir al camino
a ver la muerte que pasa.

He de salir a mirar
cÃ³mo crece y se derrama
sobre el planeta encogido
la desatinada raza
que quiebra su fuente y luego
llora la ausencia del agua.

He de salir a esperar
el turbiÃ³n de las palabras
que sobre la tierra cruza
y en flor los cantos arrasa,
he de salir a escuchar
el fuego entre nieve y zarza.

No puedo cerrar las puertas
ni clausurar las ventanas,
el laÃºd en las rodillas
y de esfinges rodeada,
puliendo azules respuestas
a sus preguntas en llamas.

Mucha sangre estÃ¡ corriendo
de las heridas cerradas,
mucha sangre estÃ¡ corriendo
por el ayer y el maÃ±ana,
y un gran ruido de torrente
viene a golpear en el alba.

Salgo al camino y escucho,
salgo a ver la luz turbada;
un cruel resuello de ahogado
sobre las bocas estalla,
y contra el cielo impasible
se pierde en nubes de escarcha.

Ni en el fondo de la noche
se detiene la ola amarga,
llena de niÃ±os que suben
con la sonrisa cortada,
ni en el fondo de la noche
queda una paloma en calma.

No puedo cerrar mis puertas
ni clausurar mis ventanas.
A mi diestra mano el sueÃ±o
mueve una iracunda espada
y echa rodando a mis pies
una rosa mutilada.

Tengo los brazos caÃdos
convicta de sombra y nada;
un olvidado perfume
muerde mis manos extraÃ±as,
pero no puedo cerrar
las puertas y las ventanas,
y he de salir al camino
a ver la muerte que pasa.