El hombre odia a quien le hace sentir su propia inferioridad.
Conde de Chesterfield
Donde Fuiste Feliz...
Donde fuiste feliz alguna vez
no debieras volver jamás: el tiempo
habrá hecho sus destrozos, levantando
su muro fronterizo
contra el que la ilusión chocará estupefacta...
Se tardan veinte o más años de paz para hacer a un hombre, y bastan veinte segundos de guerra para destruirlo.
Hablar es una necesidad, escuchar es un arte.
El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.