Lo inevitable puede aceptarse también sin sonreir.
Santiago Rousiñol
Andan el pesar y el placer tan apareados que es simple el triste que se desespera y el alegre que se confía.
Aunque no lo creas, no todo está perdido.
Todos desean saber, pero pocos pagar el trabajo que vale.
Saber cuando uno dispone de lo suficiente es ser rico.