Autores
Populares
Recientes
Temáticas
Frases para Facebook
frases de amor
frases romanticas
frases cortas de amor
frases de desamor
te extraño
frases de despedida
poemas de desamor
frases para enamorar
frases tristes
frases de reflexion
frases de agradecimiento
frases lindas
frases de amistad
frases de aliento
frases para pensar
El pasado te podrá servir como trampolÃ...
Autores
El pasado te podrá servir como trampolÃn, nunca como sofá.
Temáticas Relacionadas
frases para dejar el pasado atras
frases del pasado
refranes de amor pasado
frases para olvidar el pasado y vivir el presente
frases nunca dejes de soñar
No sere el mismo de ayer
no querria perderte otra vez
pues a pesar del tiempo
te sigo queriend
No podrÃÂa soportar perderte otra vez
no podria seguir si te vas
si me dejas una vez mas
tal vez por eso no me atrevo
no me acerco a ti para pedirte regresar
que vuelvas conmigo, pues no te e dejado de amar
quizas por eso prefiero llorar
una noche mas, para caer dormido
y soñar que sigues aqui
que nunca te fuiste, que nunca te iras.
Tus ojos siguen siendo algo mas que mi tormento
siguen dandome todo lo que no tengo
todo aquello con lo que aun sueño
tu voz me es mas que gritos de un frio infierno
es como el canto del pájaro mas bello
aunque pase el tiempo y se me acaben los dias
tu seguiras siendo el amor de mi vida.
Cada tarde espero sentado en esa banca..
aguardando tu llegada, aunque solo sea una mirada
ese instante ese momento, es coomo una rafaga de alegrias
desde el corazón hasta el alma
todo con una simple mirada.
de La Captura Nocturna de Halcones
POR DESLUMBRAMIENTO
La muerte es una alondra descubierta en la noche.
Ahora sé que, transida, con su brazo
fervoroso de arándanos me acecha.
De mi alcoba, tan lejos maduraba,
tan secreta y tan dulce, certera de mi olvido,
que solo tras el mar, en otra orilla,
su manto desplegaba de ternura.
Fue preciso el camino. Andar
por otras tierras, absorber
otra luz, otra lengua, sigilosa
y terrible su huella por las piedras.
Con mis ojos la he visto.
Estuvimos tan cerca, que el fulgor
de su música, como nieve bajaba,
ciega al mar, por mi cuerpo.
Fue un instante de amor. Solo el tacto
luminoso y atroz de la distancia.
Mas vivo, desde entonces,
develada, viviendo por morir.
Por bajar, o ascender, y en el infierno
de su efÃÂmera mano, venturosa,
sucumbir finalmente
de hermosura o maldad.
De Arte de cetrerÃÂa, Col. Juan Ramón Jiménez, Huelva 1989