Autores Populares Frases Temáticas

Mora Izquierdo Gilberto: Pensar que piensas, es lo peor...

Pensar que piensas, es lo peor que puedes pensar.

Mora Izquierdo Gilberto

Las leyes guardan silencio cuando suenan las armas.

Cae Impenitente Una Lluvia de Palos Una Virgen Se Lamenta

De noche cuando el eunuco
duerme
soÃ±ando con mi tercera muerte y mi corazÃ³n
divide el oro de la sangre
un pequeÃ±o temblor me habita por la boca.

Pulsar Ãºtiles arpas
entonces,
templar cÃ¡lido hierro, cerrar
sobre algÃºn sxo las manos aÃºn gritando
sÃ³lo puedo morir, solo puedo morir,
quizÃ¡s signifique
estar cerca
de mi soledad con un nudo.
QuizÃ¡s signifique verter fotografÃas en una zona
a menudo extranjera
golpeando una arena cimentada.

Pero cuando duerme o se empeÃ±a en la venta de
mis bienes,
en mi rostro sobre el palo, solo queda
morir, sÃ³lo
queda morir, lo doloroso
es la maÃ±ana con himno y camareras,
lo doloroso
es mi cuerpo con andamiaje de ola como edificio
de
aire.

A las cinco se llena de mujeres como
un parque.

A las seis un viento que oscurece
lo recorre como un
sable.

De "Los versos del Eunuco" 1986

Yo me salvo, sÃ³lo, si por mi intermedio se salvan otros.

IntroducciÃ³n

Ya todo estÃ¡ inventado, descubierto;
llego tarde, muy tarde, a vuestro lado;
por eso no me inquieta lo remoto
y voy tras lo sencillo y cotidiano,
llamÃ¡ndole al pan, pan, y al vino, vino...
Aunque no suene bien, Â¡es tan humano!

Miro el jardÃn y digo: Â«Â¡Primavera!Â»
Y al extender los brazos
con tÃmido ademÃ¡n hacia las cosas,
siento un tibio aleteo en cada hallazgo:
un compÃ¡s repetido,
algo que va, que viene, que es alado.
Siempre serÃ¡ maÃ±ana la maÃ±ana
y mÃ¡s Ã¡rbol, el Ã¡rbol.
No quiero ya en el alma nada nuevo,
que todo estÃ© estrenado.

Acaso la que ansÃo
es caminar segura
por las antiguas huellas de otros pasos,
o quedarme tranquila aquÃ, en mi huerto;
saber que ya estÃ¡ todo sosegado:
el corazÃ³n, la casa, los recuerdos...
Sentir la azada fiel del hortelano
remover, amoroso, los terrones,
como hicieron en tiempo sus hermanos.

Ya estÃ¡ todo gastado bajo el sol,
a fuerza de pasar de mano en mano.