Cuando llueve comparto mi paraguas, si no tengo paraguas, comparto la lluvia.
Enrique Ernesto Febbraro
Así corrompe el ocio al cuerpo humano, como se corrompen las aguas si están quedas.
Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos.
El cinismo es un dandismo intelectual.
Cuando uno se hace viejo, gusta más releer que leer.