Nunca he sentido que algo realmente importase, pero sí la satisfacción de saber que las cosas que apoyaste y en las que creías las habías conseguido de la mejor forma que habías podido.
Eleanor Roosevelt
Decía mi mamá: Hay cosas que no se compran en la botica de la esquina. Hay que hacer la enorme y costosa diligencia de adquirirlas con el espíritu, y eso cuesta.
Algunas palabras abren heridas. Otras abren caminos.
Confieso que enterrar a algunas gentes constituye un gran placer.
El que tal ha padecido, ése se compadece del doliente y del herido.