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Tito: Una profesión sin vocación e...

Una profesión sin vocación es un matrimonio sin amor. Un trabajo sin vocación ni buena compañia es un matrimonio sin tan siquiera cariñi

Tito

Â¿en QuÃ© Piensas?

Dime: cuando en la noche taciturna,
la frente escondes en tu mano blanca,
y oyes la triste voz de la nocturna
brisa que el polen de la flor arranca;

cuando se fijan tus brillantes ojos
en la plomiza clÃ¡mide del cielo...
y mustia asoma entre tus labios rojos
una sonrisa frÃa como el hielo;

cuando en el marco gris de tu ventana
lÃ¡nguida apoyas tu cabeza rubia...
y miras con tristeza en la cercana
calle, rodar las gotas de la lluvia;

dime: cuando en la noche te despiertas
y hundes el codo en la almohada y lloras...
y abres entre las sombras las inciertas
pupilas como el sol abrasadoras;

Â¿en quÃ© piensas? Â¿en quÃ©? Â¡pobre Ã¡ngel mÃo!
Piensas en nuestro amor despedazado
ya, como el junco al Ãmpetu bravÃo
del torrente que salta desbordado?

Â¿Piensas tal vez en las azules tardes
en que a la luz de tu mirada ardiente,
mis ojos indecisos y cobardes
posÃ¡ronse en el mÃ¡rmol de tu frente?

Â¿O piensas en la hojosa enredadera
bajo la cual un tiempo te veÃa
peinar tu ensortijada cabellera,
al abrirse los pÃ¡rpados del dÃa?

Â¡QuiÃ©n sabe!... no lo sÃ©, pero imagino
que en esas horas de aparente calma,
percibes mucha sombra en tu camino,
Â¡sientes muchas tristezas en el alma!

Mas... otro amante extinguirÃ¡ tu frÃo,
yo sÃ© que tu pesar no serÃ¡ eterno;
maÃ±ana vivirÃ¡s en pleno estÃo...
y yo, con mi dolor... Â¡en pleno invierno!

Calumniad, calumniad que algo quedarÃ¡.

Cuando el hombre pone la planta en el suelo, pisa siempre cien senderos.

TrÃbada Falsaria

Que torpemente, Lesbia,
ofenderme procuras.

Considera, por caso, el venenoso infundio
que sobre mÃ propala tu tierna sobrinilla,
esa nauseabunda literata en vernÃ¡culo
que languidece -es obvio- por mi eterno desdÃ©n.

SÃ© que de ti procede, pero no ha de ayudarte
mi inmerecida fama de catador de virgos,
pues desoÃste antes el consejo del Griego.

En materia de fÃ¡bulas, se debe preferir
lo verosÃmil imposible
a lo posible inverosÃmil.

"Suma de varia intenciÃ³n" 1987