La diosa memoria y su niño apremiado Hi...


La diosa memoria y su niño apremiado

Hiriente la diosa memoria… memoria impredecible
¿Dime quien eres que tipo de mujer?
Eres la diosa y virgen, que te venera mi consiente
Nunca podre, complacer ningún placer lujuriosa contigo
Quien eres… eres como una mujer en un amor romántico.

Vienes con nostalgias, pero a la vez eres fascinante
Te venera mi mente, te concede sus recuerdos vividos y por vivir
Toda su alma intima, su estúpida expresión te las entrega
Te da su vivir y a mí, eres tan cautivante, que tienes grabado mi mejores y peores
Momentos sin tener algún benéfico, guerrera espiritual esnobista.

Por siempre serás la compañera que jamás abandonarás tu trabajo en mi
Serás la diosa de el dios de mi recuerdo, mujer o fuerza dime si morirás cuando llegue
El rey oscuro de la muerte ¡oh! ¿Dime quien te manda hacer tu cometido?
Deseo conocer a tu dios, quizá tú seas su diosa hasta la
Propia muerte te lleva consigo, eso es una fuerza mágica que jamás se verá su silueta.

Nunca te olvidare ni olvidare que existes porque gracias a ti, haces que seamos
Niños íntimos armoniosos de nuestros recuerdos, haces que exista, mi leyenda
Y mi propio cuento, gracias por emplear eso tan embellecedor para mis adentros
Que haces no importa, quizá mi mente esta tentada por la insensatez, jamás comprenderá
Jamás te olvidare, despectiva diosa de recuerdos malos pasados y futuros quizá

Una maldita naturaleza intangible para mis industriosos espíritus
Una maldita naturaleza esclava de una ciencia humana, un lado sin saber
Hiriente la diosa memoria que deja cerrada a mi ojos curiosos su verdad
Con llaves refugiados de silencio fuerte agazapado
Oh memoria alegre, porque serás la caja de mis mejores archivos que nunca olvidare

Eres mucho mas, que estar sumergido en aguas cavilantes
Seguiré sumergido y limitando la respiración de mi corazón, pero nunca muriendo
, hiriente la mente vulnerable al gran aliado el acaudalado espíritu sensato, optimista
Destellos del el caballero discernimiento, fuerza razón modesta
Acongojada por la disconformidad de estos dos campos
Holgados de aromas sapidez de aurora infinita, cúmulo entrega a la mente