Sagradas Escrituras: El yugo que soportaban, y la v...


El yugo que soportaban, y la vara sobre sus espaldas, el látigo de su capataz, tu los quiebras como en el día de Madián. Los zapatos que hacían retumbar la tierra y los mantos manchados de sangre van a ser quemados: el fuego los devorará. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; le ponen en el hombro el distintivo del rey y proclaman su nombre: "Este es el Consejero admirable, el Héroe divino, Padre que no muere, príncipe de la Paz." Su imperio no tiene límites, y, en adelante, no habrá sino paz para el hijo de David y para su reino. El lo establece y lo sostiene por el derecho y la justicia, desde ahora, por el amor celoso del Señor

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