Sagradas Escrituras: No envidies a los malvados, ni...


No envidies a los malvados, ni desees su compañía. Porque su corazón no sueña sino con la violencia, y sus labios no expresan sino maldades. Con la sabiduría se edifica una casa, con la prudencia se afirman sus bases. Si posees la ciencia, llenarás tus graneros de todos los bienes preciosos y deseables. El hombre sabio tiene potencia; el hombre de ciencia aumenta su fuerza. Por eso conduce la guerra con sabias combinaciones, ya que el éxito depende del número de los consejeros.

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