El insensato no sueña sino en pecar, el burlón es odiado de los hombres. Si te dejas abatir en el día de la miseria, miserable es tu fuerza. Libra a los que son llevados a la muerte, salva a los que van titubeando al suplicio. Después tú dirás: "No lo sabíamos", pero el que pesa los corazones, ¿acaso no comprende? El que vigila tu alma, ¿no se entera? El dará a cada cual según sus obras.
Sagradas Escrituras