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sergio chavez: algunas veces las cosas mas tr...

algunas veces las cosas mas triviales se vuelven las mas fundamentales

sergio chavez

no es nada sabermucho
no es nada saber poco
todo en la vida se trata de desear
de tener el anhelo..... de ser feliz
lo humanos somos tan sabios
que solo maldiciones salen de nuestros labios
por eso tenemos tantas necisidades
por eso vivimos en un mundo
lleno de iniquidades
no seas egoista con tu compadre
ama como una madre........

desea ser feliz....
desea cambiar......

y veras la tranquilidad llegar

La humanidad es infeliz y esta frustrada porque,todos nuestros "mapas para encontrar el tesoro" son de esta tierra, mientras que nuestros tesoro,mas valiosos y duraderos han sido enterardos por DIOS dentro de nuestras alma y en el cielo.

Lamento En Elca

Estos momentos breves de la tarde,
con un vuelo de pÃ¡jaros rodando en el ciprÃ©s,
o el sÃºbito posarse en el laurel dichoso
para ver, desde allÃ, su mundo cotidiano,
en el que estÃ¡n los muros blancos de la casa,
un grupo espeso de naranjos,
el hombre extraÃ±o que ahora escribe.
Hay un canto acordado de pÃ¡jaros
en esta hora que cae, clara y frÃa,
sobre el tejado alzado de la casa.
Yo reposo en la luz, la recojo en mis manos,
la llevo a mis cabellos,
porque es ella la vida,
mÃ¡s suave que la muerte, es indecisa,
y me roza en los ojos,
como si acaso yo tuviera su existencia.
El mar es un misterio recogido,
lejos y azul,

y diminuto y mudo,
un bello compaÃ±ero que te dio su alegrÃa,
y no te dice adiÃ³s, pues no ha de recordarte.
Solo los hombres aman, y aman siempre,
aun con dificultad.
Â¿DÃ³nde mirar, en esta breve tarde,
y encontrar quien me mire
y reconozca?
Llega la noche a pasos, muy cansada,
arrastrando las sombras
desde el origen de la luz,
y asÃ se apaga el mundo momentÃ¡neo,
se enciende mi conciencia.
Y miro el mundo, desde esta soledad,
le ofrezco fuego, amor,
y nada me refleja.

Nutridos de ese ardor nazcan los hombres,
y ante la indiferencia extraÃ±a
de cuanto les acoge,
mientan felicidad
y afirmen inocencia,
pues que en su amor
no hay culpa y no hay destino.

Te Busco

DÃ©jame que, tendido en esta noche,
avance, como un rÃo entre la niebla,
hasta llegar a Ti, Dios de los hombres,
donde las almas de los muertos velan.

Los cuerpos de los tristes que cayeron,
helados y terribles, me rodean;
como muros, encauzan mis orillas,
pero tengo desiertas mis riberas.

Yo no sÃ© dÃ³nde estÃ¡s, pero te busco;
en la noche te busco y mi alma sueÃ±a.
Por los que ya no estÃ¡n, sÃ© que TÃº existes
y por ellos mis aguas te desean.

Y sÃ© que, como un mar, a todos baÃ±as;
que las almas de todos TÃº reflejas,
y que a Ti llegarÃ© cuando mis aguas
den al mar tus aguas verdaderas.