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odalis: acaso no sientes mi sentir? te...

acaso no sientes mi sentir? te es tan dificil entender lo que mi corazon a gritos te dice: con cada mirada. te amo y no se que hace sin tu amor....

odalis

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Unidad En Ella

Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pÃ¡jaros se copian fugitivos,
volando a la regiÃ³n donde nada se olvida.

Tu forma externa, diamante o rubÃ duro,
brillo de un sol que entre mis manos deslumbra,
crÃ¡ter que me convoca con su mÃºsica Ãntima,
con esa indescifrable llamada de tus dientes.

Muero porque me arrojo, porque quiero morir,
porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera
no es mÃo, sino el caliente aliento
que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.

Deja, deja que mire, teÃ±ido del amor,
enrojecido el rostro por tu purpÃºrea vida,
deja que mire el hondo clamor de tus entraÃ±as
donde muero y renuncio a vivir para siempre.

Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
quiero ser tÃº, tu sangre, esa larva rugiente
que regando encerrada bellos miembros extremos
siente asÃ los hermosos lÃmites de la vida.

Este beso en tus labios como una lenta espina,
como un mar que volÃ³ hecho un espejo,
como el brillo de un ala, es todavÃa unas manos,
un repasar de tu crujiente pelo, un crepitar
de la luz vengadora,
luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza,
pero que nunca podrÃ¡ destruir la unidad de este mundo.

Sujeta mi mano
MuÃ©strame que estas aquÃ
TÃ³mame en tus brazos
No me dejes ir
PerdiÃ©ndote en mis ojos
Toca mi corazÃ³n
No lo pienses mÃ¡s
BÃ©same sin razÃ³n
Y cuando todo este en silencio
ProfÃ©same tu amor

Pinar de La Piedra

Hay una dÃ©bil mÃºsica enredada en mis dedos
como indolentes, verdes algas dormidas,
cuando Mayo desnuda de negros pabellones
mi errante pensamiento.
Hay un tejido espeso como aroma de mieles y de trigo,
que envuelve adormeciendo roca y nube.
Es temprano en la tarde.
El arroyo abandona su flauta entre la hierba.
Me inclino reverente para beber y el agua
pone en mis cerrados pÃ¡rpados su hÃºmeda caricia.
Sobre la tierra extiendo mi pereza
y Mayo me despoja de la corteza gris y extraÃ±a de mi traje
ciÃ±Ã©ndome triunfal con la guirnalda azul de sus ramajes lÃ¡nguidos
y en el silencio olvido el remolino inquieto de mi alma.
Ahora soy complacido todo tierra,
sÃ³lo un montÃ³n de tierra donde crecen florecillas salvajes
como desnudas piernas deseadas
y hay un himno en mis labios,
un himno que levanta su corola
como la pÃºrpura de la diana en un alba con lluvia.
Por el pinar en sombra se difunden sonrisas de armonÃa
cuando la tarde estruja jacintos olorosos
en el cÃ¡liz temblante de los Ã¡rboles.
La montaÃ±a se aleja en Ã©xtasis de humo...
Yo espero confiado que tu inicial escrita en la piedra callada
vuelva a hablarme en la noche con tu voz,
con la voz del agua en el venero,
de ese agua que rompe su lÃquido alabastro
en el silencio verde de las hierbas.

"Mientras cantan los pÃ¡jaros"

POR LOS DEFECTOS DE LOS DEMAS EL SABIO CORRIGE LOS PROPIOS