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ailat: "cuando tenia todas las r...




"cuando tenia todas las respuestas al amor me cambiaron todas las preguntas"

 ailat



Te Quiero como amigo te quiero como amor
pero lo único que quiero es conquistar
tu corazon
Pregunta:
Hay una frase de George Sand que dice: "La mujer no existe. Solo hay mujeres cuyos tipos varían al infinito" y que aparece en este site, ahí dice que fue incluida por José. Quisiera saber en dónde dice eso George Sand, en qué libro o en que lugar está registrada esa frase. ¿Podrías ayudarme con eso José? Gracias espero con ansias tu respuesta.
Venus Victa

Pidiéndome la muerte, tus collares
desprendiste con trágica alegría
y en su pompa fluvial la pedrería
se ensangrentó de púrpuras solares.

Sobre tus bizantinos alamares
gusté infinitamente tu agonía,
a la hora en que el crepúsculo surgía
como un vago jardín tras de los mares.

Cincelada por mi estro, fuiste bloque
sepulcral, en tu lecho de difunta;
y cuando por tu seno entró el estoque

con argucia feroz su hilo de hielo,
brotó un clavel bajo su fina punta
en tu negro jubón de terciopelo.
El Amor Y La Sangre

«Borradle. Labraremos la paz, la paz, la paz,
a fuerza de caricias, a puñetazos puros...»
Blas de Otero

El amor sube por la sangre. Quema
la ortiga del recuerdo y reconquista
el ancho campo abierto, la ceniza
fundadora, que la brasa sostiene.

El amor es herencia de la sangre,
como el odio, su amante, y se mantienen
íntimos, besándose, nutriéndose
de sus dobles sustancias transmitidas.

Nada podrá arrancarles de su abrazo:
La espada, el hielo, el tiempo, con sus filos
mezclarán sangres, que, lluviosamente,
germinarán odios, amor o nuevas sangres.

¿Cómo decir:
-«Aquéllos, que nunca conocieron
la sangre derramada, que separen
el odio del amor y reconstruyan
las viejas catedrales de la dicha...»

¿«Aquéllos»?, ¿son acaso otros que los murientes
trasvasados, hechos de sangre antigua?
No es posible lavarse el alma ni las manos
cuando fluye hacia ellas sangre y olor a sangre.

Si ha de hacerse el amor, será con sangre
trepadora, quemante, conocida,
pura sangre del odio, amante impávido
que el amor fecundiza.

Si ha de hacerse la paz...

-¡Callad, campanas!,
¡Ved la tierra, la tierra, que resume
su tempero sangriento y le convierte
en paz, en paz, a puñetazos puros...!