El que tiene narices, no manda a oler.
Refrán
Todo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo realidad.
Cada guerra es una destrucción del espíritu humano.
Es pueril preguntarse dónde van las cosas y la gente. No van a ninguna parte y han llegado.
Esquivando una abeja de la flor, incliné mi cabeza y, cogiéndola luego por el tallo, escuché y oí, clara, la palabra... ¿Pronunciaste mi nombre? ¿O bien dijiste...? Sí, alguien dijo: ¡Ven!, mi...