¿Qué nos está pasando?
Como descifrar la vida como entenderla como vivirla si no tienes, ni conoces la manera de saber enfrentar el dolor de la pérdida, de la ingratitud. El dolor fortalece, engrandece al alma y la lleva a un plano más humano y sensible.
Estamos viviendo tiempos de dolor que va mas allá de todo razonamiento, llegando a la agresión y falta de respeto total de la vida misma por el simple hecho de creer que un arma nos da derecho de infringir dolor sin recato alguno, mucho menos tener la conciencia de sentir culpa o remordimiento por el dolor que infrigimos a los demás. Como sociedad y como seres humanos estamos quedando en simples “seres” porque la humanidad esta desapareciendo de nuestra sociedad y de nuestros cuerpos para convertirnos en una especie aniquiladora y despiadada que ni siquiera los animles se nos pueden igualar, estamos convirtiendo nuestro entorno en un campo de sequía de amor y respeto, destazando, mutilando cuerpos sin ningún respeto, sin ninguna vacilación tomamos a nuestro antojo y deseo vidas ajenas para convertirnos en victimarios y seres sin corazón, sin compasión, deshumanizados y envilecidos por una situación que no nos deja pensar, solo agredir y violentar, ya el dolor se llevo a otro nivel, ya no es solo el dolor natural y básico de la vida misma el hombre se está convirtiendo en causante de un dolor abrumador y destructivo y a eso tenemos que añadir el dolor natural de la vida misma. El temor y el sufrimiento del que se es objeto indiscriminadamente e impunemente no tiene precedente, me pregunto como se puede sobrellevar ese dolor cuando se sobrevive nadie nos enseña como manejarlo como entenderlo. Que necesitamos para reaccionar para retomar el camino del amor, del respeto, del perdón, vamos por un camino que nos lleva a una destrucción de nuestra especie pues el hombre es el enemigo del hombre, la confianza ya quedó en solo palabra, el amor por el prójimo está desapareciendo con tanto odio y afán por destruirse y destruirnos, ¿qué nos pasó? Como sociedad acaso también quedó en eso en una palabra sin sentido, no hay preocupación, ni interés alguno por rescatar la esencia natural del hombre que es “amar y dar”, hoy es destruir y violentar. Habemos gente que deseamos que esto no continue y que hacer para lograrlo, si se nos arrincona y se nos quitan los derechos de exigir ese respeto que merecemos como personas y sociedad civilizada, donde quedo la civilización solo ataques continuos, cualquiera se atreve a despojarte de lo que es tuyo sin temor de lastimar o quitar la vida. Cuando se les dio ese derecho, en que momento nos perdimos en que momento abrimos la puerta para que se nos ultrajara, que nos pasó, estamos dormidos, atontados, quizá y muy lógico sea por el miedo que nos hemos aislado tanto que ya no hay manera de unirnos para defender lo que es nuestro derecho, eso parece pero la verdad es que, no estamos solos ante la injusticia y el desorden que prevalece hay que unirnos y exigir, porque; que fue lo que hicimos mal; trabajar, luchar, pagar impuestos, tratar de vivir digna y orgullosamente bajo los principios de respeto, honestidad y dignidad que nos inculcaron nuestros padres.
Como puede fortelecer un dolor que te puede infringir cualquiera con todo el descaro y cinismo, como entender ese dolor me lo pregunto una y otra vez y no encuentro la respuesta porque no se puede entender que se te despoje de tu derecho como ser humano por otro ser sin humanidad ni sentimiento, mucho menos respeto por sus semejantes. Sumidos en la tristeza y con la interrogante siempre, de hasta donde va a llegar nuestra destrucción como sociedad, como familias, como ser humano, da terror pensar que no hay límites que cada vez puede ser peor, el hombre en su afán de dominar es capaz de cualquier cosa; el dominio y el poder está matando nuestra gente y cada vez es mayor el número de muertes injustas e inocentes que hay y cada vez es más grande el dolor.
Llegaremos a ser una comunidad de seres agonizantes y anegados de dolor y de impotencia hasta perder totalmente nuestra humanidad y convertirnos en seres despiadados y sanguinarios; eso queremos para nuestros hijos, nuestros nietos, un mundo lleno de terror, de confusión, de soledad, de impunidad, esa va a ser nuestra herencia una sociedad podrida y llena de inseguridad, el dolor natural de la pérdida es bastante dificil de asimilar solo el tiempo ayuda a mitigar, como hacer con nuestras pérdidas injustas e incomprensibles. Ojalá que nuestra sensibilidad sea rescatada de este adormecimiento y apatía destructiva ante lo que ocurre diariamente en nuestro país y rescatemos la esencia del hombre; construyamos y no destruyamos, demos y no quitemos, amemos y no odiemos, procuremos la justicia y no alentemos la injusticia, procuremos la paz y no la destrucción no necesitamos mas dolor en nuestras vidas.
Estamos viviendo una película de terror convertidos en zombies matando por matar sin corazón, ni piedad, ni respeto, es una triste y angustiosa realidad que parece que solo va a terminar cuando se termine la especie humana y si seguimos asi no vamos a tardar mucho en que eso suceda.
Offy
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