No piense mal de mí, señor, mi interés por usted es contemplar sus canas de hombre mayor, mirar sus ojos color miel, que conversemos de la vida, escuchar sus discursos y admirar su experiencia, que me cuente del amor vivido y de los que quiere vivir a partir de ahora y que me acerque a lo cotidiano, me de clases de ciencia y también de lo improbable, esperando que aquello ulmito no sea yo….
VANESA VELARDE