LinaAceves: Hay ciertos juegos que tenemos...


Hay ciertos juegos que tenemos en esta jungla de asfalto, que como en la verdadera selva, tiene presas y predadores, materias primas y parásitos.
A veces ganamos, a veces perdemos; Esa es la única regla que hay que aceptar. Hasta el mayor cazador es presa de alguien, pero como humanos (dueños de todo por derecho divino) no lo sentimos así.
En estos juegos diarios de cacería, comenzamos por observar, cosas como los zapatos de la chica de enfrente, el bigote del señor que baja la escalera, las manos del chico que va al lado, que evidentemente no puede dejar de morder sus uñas. Olfateamos el aliento del hacinamiento en el transporte urbano, distinguimos el perfume, el humor. El obrero de las doce usó su desodorante, el cholo de adelante trae colonia barata. Finalizamos quizá con el mejor de los dones, escuchar, por que si de entre todos los animales solo el hombre tiene el habla fue para hacer que su clamor se oyera, pero en lugar de clamores, escuchamos el masticar de un chicle con la boca abierta y como truenan las burbujas del mismo, el tacón de la secretaria que espera un día ganar lo suficiente para poder dejar el metro y olvidarse de las bocinas irrespetuosas que por alguna razón, siempre tocan vallenatas, nunca nada de nuevo pop o viejo rock & roll.
Generamos ideas que no comprobaremos jamás, nunca nos acercaremos a otra persona. Hemos perdido la humanidad de la que nos creíamos dueños.
Jugamos a ser leones, cebras, ñúes, a ser hienas, elefantes, buitres.
Y donde queda lo que nos hace personas? ¿Los modales, la cortesía, el don de la palabra? Ya nadie habla en el metro o en el camión, dar los buenos días es cosa de abuelos, saludar a desconocidos se ha vuelto peligroso, la inseguridad se ha adueñado del proceso de socialización.
Los auriculares nos absorben. Los claxons ensordecen. Las balaceras auyentan. El amor y la amistad se convirtieron en producto de febrero.
Las humanidades y esas cosas lindas serán cuentos de hadas en un futuro. Nuestra realidad no será mas que una distopía para las futuras generaciones, seremos vistos como salvajes. Hemos perdido mucho de lo que nos hace personas, entonces, no hay mucho que celebrar. ¿Celebraremos el monopolio de una pareja, el monopolio de una amistad? ¿Celebraremos que estando solteros no tendremos en quien gastar?
A este paso, dejaremos de ser complemento, sino propiedad seremos "mi novia, mi novio, mi chava, mi chavo" mío, mío, mío... Egoísmo ha todo lo que da.
Hay juegos que hemos cambiado a realidades. Y yo quiero avanzar y no ir hacia atrás.
Saluda al extraño de tu lado y habla con el 3 minutos. Quizá se hagan el día.


LinaAceves


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