La nostalgia invade por momentos mi ser, recuerdo tus ojos tu forma de ver. Las cosas tan simples que tiene la vida, la forma que tu me enseñaste a crecer. Me veo en tu regazo tan pequeña y fragil, tus brazos cobijan con mi amor mi piel, recuerdo que en vela pasaste mil noches por eso te amo y te llevo en mi ser. Si vieras que a veces cuando estoy muy triste, quisiera ser ave y llegar a ti, para acurrucarme como cuando era niña, Madre eres el el del amor sin fin. La vida me ha dado tristezas y llanto y siempre estuvistes y me isistes surgir, si rio tu siempre has reido conmigo, tu sonrisa me ha hecho feliz. A veces llegaba a tus pies sollozante, llorando un juguete o tal vez un amor y siempre encontrastes como consolarme llorastes conmigo por una ilusión. Por eso te quiero y a ti te bendigo, Madre lo más grande que me a dado dios, que el te conserve y te de gloria que yo ya te llevo en mi corazon
Gabriela Quijada