Allí donde la vida levanta muros, la inteligencia abre una salida.
Marcel Proust
Si del amor hacemos la meta más cierta y el más cierto placer de nuestras vidas, ello se debe a que, por serlo para serlo, debe soñarse ilimitado solo porque es, fatalmente, limitado.
Las circunstancias no hacen al hombre, ellas lo revelan.
Hay evidencia creciente y contundente de que los pobres pueden resolver sus propios problemas si tan solo se les da acceso justo a servicios financieros y de desarrollo de negocios.
Cómo disfrutan en un bando y en otro los asesinos