Cada vez que a verte voy en tu puerta me detengo, pues temo que la alegría me trastorne el pensamiento.
Salvador Rueda
La diferencia entre un hombre inteligente y un tonto radica en que el inteligente se repone fácilmente de sus fracasos, mientras que el tonto jamás logra reponerse de sus éxitos.
¡que poco se requiere para ser feliz!. . . El sonido de una gaita.
El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.
Eternidades
Vino primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fui odiando sin saberlo.
Llegó a ser una reina
fastuosa de tesoros...