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mayrafenanda: piensa que lavida solo es con ...

piensa que lavida solo es con tigo pero no te das cuentaque no eres el centro del mundo apenas eres queien sos y ya te cres mas que dios

mayrafenanda

Mis ojos ya no brillan mi sonrisa se ha borrado,
y todo por hacer que de mi te hayas escapado,
No hay culpables en esto si lo hubo fuimos dos,
uno por sus miedos y el otro por su incomprensiÃ³n
si la dicha del otro depende del sacrificio, prefiero
que seas tu que goces de estos beneficios.

La vida te esta esperando llena de sorpresas
y anhelos abre la puerta y vuela a cumplir con
tus sueÃ±os, mis sueÃ±os fueron cumplidos
estuviste a mi lado me brindaste la felicidad
que ya habÃa olvidado por eso me hago a un
lado deseÃ¡ndote que seas feliz, que guardes
dulces recuerdo de lo brindado por mi.

El querer sin esperanza es el mas bello querer
yo te quiero y nada espero fijaste si se querer.
Cuando mas tranquila estaba yo sin pensar en
el cariÃ±o quiso Dios que te quisiera y te quise
con delirio y te seguirÃ© queriendo hasta el dÃa
que me muera, mas no creo que exagero pues
muerta tambiÃ©n se quiere. Yo te quiero con el
alma y el alma nunca muere.
Como se me ocurriÃ³ amar a quien no me quiere
mal haya quien tal hiciere. La otra cara del amor
la encontrÃ© en el dolor, y aun asÃ te quiero, aun asÃ
te sueno, aun asÃ te necesito porque te quiero.

Es incredible como las personas que influyeron en mi vida para dar paso a la persona que era me han lastimado de la misma manera.
Han acabado con mi esperanza me han hecho llorar, sufrir, es mas grande el resentimiento que el amor que un dÃa sentÃ.
Me han lastimado me han herido han clavado el puÃ±al mas fuerte que las otras veces, estoy cansada, estoy harta de lo mismo seria mejor estar lejos y muriendo en el frÃo, ir muriendo lentamente, quizÃ¡s no doliera tanto, como el dolor que me estÃ¡n causando las personas que amo tanto!

Nunca he pedido a Dios grandes logros, prefiero recordar mi propio camino.
Nunca he pedido riquezas para ser feliz, prefiero los pequeÃ±os dones que la vida me da.
Nunca he pedido las alabanzas de los hombres prefiero la voz que mi propia sangre murmura en mi conciencia.
Nunca he pedido nada de lo que he recibido, sin embargo se me han concedido las peticiones que no hice.
Ahora solo me queda una, y Ãºnica peticiÃ³n, que regrese aquella noche y me traiga mi felicidad a la maÃ±ana.