Nunca una mujer es demasiado rica ni demasiado delgada.
Elizabeth Wallis Warfield
Son carreras de autos, no de hombres
Hay dos momentos hermosos en la vida: el momento en que uno se separa de una persona que aborrece, y el momento en que vuelve a unirse con otra persona que quiere.
Cuando cometo alguna tropelía siempre encuentro algún idiota dispuesto a justificarlo en Derecho.
Por muchos siglos que dure el mundo y que se desarrollen y sucedan las sociedades, iguales unas a otras, un hecho único domina todas las historias: la protección de los grandes y el aplastamiento de...