Paul Verlaine: Cuando en mis sienes calme la ...

Cuando en mis sienes calme la divina tormenta, reclinaré, jugando con tus bucles espesos, sobre tu núbil seno mi frente soñolienta, sonora con el ritmo de tus últimos besos.
Paul Verlaine
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Se supone que la democracia te da la impresión de que tienes opción, como entre analgésico X y analgésico Y. Pero los dos son solo aspirinas.

... lo único que podemos esperar de nuestra filosofía es una mayor estabilidad, si no una mayor verdad, a cuenta de su más exacta y meticulosa manera de proceder.

La existencia de los casinos es una ley surgida del peronismo cuando gobernaba Santa Fe, los socialistas no simpatizamos mucho con el juego

Sé que eres un apostador, el amor es una partida perdida