Mi corazón, como una lata de cerveza que te la bebes y al final le das patadas sin pensar que me desquicias la cabeza.
Roberto Iniesta
Herir a un oponente es herirte a ti mismo. El arte de la paz es controlar la agresión sin producir daños.
Templanza: no comáis hasta el hastío, ni bebáis hasta perder el sentido.
Los hombres vulgares solo piensan en cómo pasar el tiempo. Un hombre inteligente procura aprovecharlo
En los Juegos de Pekín tuve la impresión de ser el David Beckham del atletismo