No es verdad que el político cesante se quede enfermo de melancolía y quiera volver al paraíso perdido. La púrpura del poder es pesada y deja más alivio que nostalgia cuando se pierde.
Leopoldo Calvo-Sotelo
Me cambié de nombre cuando tenía unos doce años porque no me gustaba que me llamesen Sue o Susie. Sentí que necesitaba un nombre más largo. ¿Y qué pasó? Que ahora todo el mundo me llama Sir o ...
Más podemos conocer de una persona por lo que ella dice de los demás que por lo que los demás dicen de ella
Sí, me alegra que sigas siendo el mismo. Si te hubieran mudado de sitio, pintado de nuevo, clavado al borde de otro camino, no tendría nada fijo para orientarme. Me eres indispensable; yo cambio. Qu...
Bueno, mis amigos mas cercanos son todavía con los que voy al colegio, pero es bueno ir a trabajar, a los estudios, y tener gente ahí con quien hablar y tener una buena conversación.