Mi primera muñeca me la regaló mi madre a los 40 años
Tita Merello
Un escritor no debe permitirse ser convertido en una institución
Un segundo que me cambio la vida, un instante que nunca olvidare, me preocupa sufrir esta condena y la pena que dejaste al partir.
En la vida es necesario proveerse de razón o de un ronzal.
¿Cómo comer sin ti, sin la piadosa costumbre de tus alas que refrescan el aire y renuevan la luz?