Revestíos del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad
Pablo de Tarso
El que cambia su opinión demuestra con ello que su mente no es de piedra.
Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.
Lo único que puede consolar a un pobre es la extravagancia. Lo único puede consolar a un rico es el ahorro.
Este interés objetivo, que actúa sobre nosotros, tanto por virtud del fin universal como del individuo que lo representa, es lo que hace atractiva la historia.