Todo va a cambiar. No, todo ha cambiado ya.
Charles Cornwallis
-Ustedes son ochenta en el vagón –agregó el oficial alemán-. Si falta alguno, todos serán fusilados como perros...Se fueron. Las puertas volvieron a cerrarse. Habíamos caído en la trampa hasta...
Lo dejó como pollo rostizado, en el calor y dando vueltas.
No llores por haberlo perdido, alégrate por haberlo poseído.
Agradezco infinitamente a todos los que dejaron la vida por esta música y no me alcanzara la vida para agradecer a todo aquel que nunca la deje de escuchar