Marqués de Sade: ¡Fatal ceguera de las pasione...
¡Fatal ceguera de las pasiones! ¡Le daba las gracias por contribuir a mi perdición, por allanar el camino a los extravíos que iban a llevarme al borde de la sepultura!
Marqués de Sade
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El celibato no es necesario para el sendero de la sabiduría. Casado o no, un hombre puede realizar al Yo, porque éste está aquí y ahora, y es único.
Para mí, los negocios no tienen que ver con usar un traje o complacer accionistas. Es acerca de ser sincero con uno mismo, sus ideas y hacer foco en lo esencial
Abrázame otra vez, vamos a prometer algo que nunca vayamos a romper
En el amor lo de menos es el insulto. Lo grave es cuando empiezan los bostezos.