Pero no hemos podido, pero en el buen providencia de Dios aparente fracaso a menudo resulta una bendición.
Robert E. Lee
Es el primer beso del que ambos somos plenamente conscientes. Ninguno está debilitado por la enfermedad o el dolor, ni tampoco desmayado; no nos arden los labios de fiebre ni de frío. Es el primer b...
Podemos detenernos cuando subimos, pero nunca cuando descendemos.
Me gustaría ser libre, inimaginablemente libre. Libre como un ser abortado.
El odio es más duradero que la aversión.