Yo quisiera ¡y no puedo! ser como son los otros, los que pueblan el mundo y se llaman humanos: siempre el beso en el labio, ocultando los hechos y al final... el lavarse tan tranquilos las manos.
Concha Méndez
El rocío se dispersa. Hoy una vez más sembraré granos de infierno!.
La felicidad depende, como muestra la naturaleza, menos de las cosas exteriores y más de las interiores.
No hay ricos malos. Hay ricos y eso es todo.
No existe la libertad de prensa, tan solo es una máscara de la libertad de empresa.