La experiencia demuestra que en esta paz y satisfacción con la vida se había hecho, no por el apático, sino por aquellos que son fervientes en el servicio de Dios. Y con razón. Porque en su esfuerzo por superarse a sí mismos y para librarse del amor propio, que librarse de las raíces de toda pasión e inquietud.
Saint Ignatius