Echar leña al fuego.
Refrán
No podemos cambiar nada sin antes comprender. La condena no libera, oprime.
El deseo de morir era mi interés excluyente; a él le sacrifiqué todo, hasta la muerte.
La voz del intelecto es apagada, pero no descansa hasta haber logrado hacerse oír, y siempre termina por conseguirlo después de ser rechazada infinitas veces.
Más vale caer con honor que ganar con fraude.