El que juega con fuego siempre sale quemado.
Refrán
El amor sin ternura es puro afán de dominio y de autoafirmación hasta lo destructivo. La ternura sin amor es sensiblería blanda incapaz de crear nada.
El amor verdadero empieza cuando no se espera nada a cambio.
El orgullo humano sabe inventar los nombres más serios para ocultar su propia ignorancia.
¡y si algún día se llegara a comprobar que nosotros —los eternos penitentes del futuro— hemos vivido en el mejor de los tiempos posibles!.