Quédate ahí en medio de las prisas, envuélveme en caricias, los besos que te di y déjame perder el equilibrio jugando a darte el mundo y a hacerte sonreír.
Rosana
¡sepanlo todos! cada hombre mata lo que ama: unos, con mirada cruel; otros, con palabras amorosas; el cobarde, con un beso, y el valiente, con la espada.
La juventud quiere ser estimulada mejor que instruida.
La crueldad misma está motivada por algo más profundo: el deseo de conocer el secreto de las cosas y de la vida.
Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra.