No hay nada más patente que lo secreto, ni nada más tangible que lo recóndito; por eso, el noble debe ser cauteloso con respecto a lo que él solo es para sí.
Confucio
Quien escribe lo que le gusta a los demás puede ser un buen escritor pero nunca será un artista.
No hay que pedir peras al olmo, sino estrellas y medallas, cúpulas y lámparas, peces y columnas, guantes y puñales, máscaras y hojas de afeitar.
Con todas las fuerzas en contra, perseverar. Jamás doblegarse. Mostrarse fuerte atrae el auxilio de los dioses.
El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber.