El desprecio de la muerte, he ahí el principio de la fuerza moral.
Henri Lacordaire
El dinero es un poderoso afrodisíaco. Pero las flores logran casi el mismo resultado.
El propósito de la vida es vivirla, disfrutar de la experiencia al extremo, extender la mano con impaciencia y sin miedo a vivir experiencias más nuevas y más enriquecedoras.
Desvélate por saber y trabaja por tener.
Creo que nos habitamos unos a otros, pero no habitados. Porque no podríamos habitarnos unos a otros, habitados.