¿Acaso porque el ave del placer silbe luego de las púas candentes en los ojos, será más dulce el canto del caballo ciego?.
Dylan Thomas
A cierta edad, un poco por amor propio, otro poco por picardía, las cosas que más deseamos son las que fingimos no desear.
El capricho de nuestro humor es aún más arbitrario que el de la suerte.
Todos vivimos bajo el mismo cielo, pero ninguno tiene el mismo horizonte.
Media humanidad se ríe de la otra media, pero unos tienen gracia y los otros no.