A cada puerco le llega su sábado.
Refrán
Y así dos orillas tu corazón y el mío, pues, aunque las separa la corriente de un río, por debajo del río se unen secretamente.
La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa, sino a la libertad de juicio.
El ruibarbo en la nieve más pálido brilla púrpura.
Todo el arte consiste en no engañarse a sí mismo: mínimas islas de rocas en todo un mar de autoengaños. Lo que más puede lograr un hombre es aferrarse a ellas y no ahogarse.