Henry Frédéric Amiel: Una burbuja de aire en la sang...
Una burbuja de aire en la sangre, una gota de agua en el cerebro, bastan para que el hombre se desquicie.
Henry Frédéric Amiel
Una burbuja de aire en la sangre, una gota de agua en el cerebro, bastan para que el hombre se desquicie.
Henry Frédéric Amiel