No hay sabiduría sin prudencia. No hay filosofía sin cordura.
Jaime Luciano Balmes
Sin amabilidad el ser humano deambula por la vida torpemente.
Vencedora de leyes es la osadía.
El dolor es una cosa bestial y feroz, trivial y gratuita, natural como el aire.
Es la confesión, no el sacerdate, quien da la absolución.