Los soldados de la patria no conocen el lujo, sino la gloria.
José De San Martín
Muy distinto es no decir lo que se piensa que no pensar lo que se dice.
Si tu felicidad depende de lo que hagan los demás, supongo que estarás en aprietos.
Los libros son, en efecto, menos finitos que nosotros mismos. Incluso los peores sobreviven a quienes los escribieron.
La primera igualdad es la equidad.