...Para mí, era el pan, era la nieve; ya la nieve no es blanca, el pan no sabe a nada.
Marina Tsvetáieva
Pánico. La escalera se derrumba sobre los amores de los gatos.
Un mes de experiencia, enseña más que diez años de ciencia.
Las revoluciones las hacen los hombres de carne y hueso y no los santos y todas acaban por crear una nueva casta privilegiada.
Todo gran arquitecto, necesariamente, es un gran poeta. Debe ser un gran intérprete original de su tiempo, de sus días, de su época.